La vida espiritual y la material no son dos vidas sino que siempre han sido y serán una. La riqueza material y la espiritual no deben ser diferentes, ya que debido a la verdad, ellas tienen que venir de la misma fuente ,y la inspiración tiene siempre que estar basada en el servicio y la caridad. Por lo tanto, la riqueza es también prosperidad, en todo sentido ,porque la importancia del corazón tiene que ser medida y si hay trabajo y esfuerzo, siempre habrá frutos; y no es que hay un reino humano y otro divino, sino que lo humano siempre estará sujeto a lo divino.
El universo ha sido creado en forma extraordinariamente abundante, donde la abundancia es el propósito real pero desde luego, esto no quiere decir que se deba desperdiciar o que se deba tener avaricia. El hombre verdadero no es avaro, el sabe como ajustarse a la realidad y como controlar y ordenar sus impulsos. El comprende que la vida es campo fértil, generoso y benigno que requiere de cuidado, respeto e inteligencia.
Por lo tanto, pensemos, meditemos, actuemos siempre en forma honesta, buscando mejorar por nosotros y por los demás porque el milagro de dar y recibir se basa en esto. Cuando hay dedicación y una calidad consistente, el éxito necesariamente llegara, al aplicar el compromiso de una alta eficiencia en la vida en todos los aspectos, entonces, no puede haber carencia, sino abundancia; y este termino claramente significa que todas nuestras nobles expectativas serán satisfechas y que siempre podremos dar de lo que tengamos sin mezquindad y con mucho afecto, tal como hacerlo para nosotros.
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Pero ciertamente las grandes obras son también esfuerzos definidos y determinados en cada detalle y en cada momento de nuestras vidas. De alturas y llanos, de ríos caudalosos y desiertos opuestos esta formada la faz de la tierra y distintos puntos de vista aparecerán muchas veces pero los logros y meritos no son algo superficial. Es necesario siempre dar de si mismo y esta es la razón de dar y recibir.
Si pudiéramos meditar en esto con sensibilidad, tendremos así la inspiración y razón de éxito hoy y por siempre.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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