El aprendizaje es un método completo y un arte en si mismo, donde nosotros tenemos que poner tanta atención en lo que esta afuera ,como en lo que esta dentro y hacer que coincidan los dos opuestos para establecer balance.
De hecho, hay una transformación en la experiencia de aprendizaje, una revolución consciente, una transmigración espiritual, alzándose de un pozo oscuro hacia la luz, no sin antes, desde luego, enfrentar la rebeldía de nuestro propio egoísmo.
Pero hay atajos y senderos en el aprendizaje y uno de ellos es la meditación en la profunda soledad y presencia del silencio. Y no es para separar el pensamiento de la mente sino para que la mente pueda saber como pensar y que sepamos entonces como interceder entre el silencio y el pensamiento, la reflexión, el juicio, el discernimiento y cuando los hayamos conseguido, entonces, también como no perdernos en la vanidad del pensamiento y así entonces nos encontraremos a nosotros mismos.
De esta manera, el conocimiento surge como armonía musical que da con certeza y precisión matemática, la frase musical que debemos ejecutar para entonces aprender en nosotros, no porque somos la fuente de conocimiento, sino que somos llamados a guardar y ser templos vivientes del conocimiento en si, en nuestras vidas.
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Pintura y Escrito:
Oscar Basurto Carbonell
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